Jugar con una cantidad pequeña de fichas es muy desagradable.
Un jugador con pocas fichas se considera débil en la mesa. Los oponentes miran a ese jugador como la víctima, ya que es poco probable que sea capaz de luchar. Un banco pequeño en las manos no da ningún margen para las maniobras.
Digamos que tiene pocas fichas y le llegan cartas AA. Después de una lucha encarnizada en el pre-flop uno de los oponentes apuesta todo. Desafortunadamente, por la falta de medios no puede igualar su apuesta. En consecuencia, declara "no voy" y pierde la oportunidad de utilizar sus magnificas cartas.De todas maneras hay modos para salir de esta situación desventajosa.
La estrategia del juego de póquer con una pequeña cantidad de fichas
Hasta con una cantidad pequeña de fichas se puede ganar. Es evidente que el objetivo básico en tal situación será el aumento de su banco. Por lo tanto, siempre que sea posible, se debe intentar robar las ciegas. Recuerde, sin embargo, que hay que usar esta táctica selectivamente. Los oponentes saben que debe mejorar su situación, por eso llegan a la conclusión de que jugará agresivamente y lo neutralizaran subiendo las ciegas. Si este es el caso, necesitará una mano fuerte porque sino gastara sus fichas aún más rápidamente.
Con pocas fichas hay que jugar más seguro. No tiene tantas fichas para gastarlas en apuestas arriesgadas. Sin embargo, no debe jugar pasivamente. Si está tratando de robar las ciegas y anuncia un aumento de la apuesta para asustar a los oponentes y obligarlos a salir de la subasta, lo que mejora su expectativa de ganar será ir "all-in", en lugar de hacer aumentos pequeños que pueden dar lugar a que pierda el liderazgo en los regateos. Es decir, su banco personal puede ser bastante pequeño, pero puede aumentarlo si aprovecha al máximo su oportunidad en la subasta.
Por último, hay que decir que con una pequeña cantidad de fichas no tiene mucho tiempo para aumentarlo, especialmente si está jugando con cuatro o menos jugadores. Por lo tanto, es necesario aprovechar cualquier posibilidad. Vale más arriesgarse y, probablemente ganar, que jugar con mucho cuidado y perder seguramente, porque transcurrido el tiempo se encontrará con fichas insuficientes para pagar las ciegas.