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Poker tapado
Es la variante más conocida en España y la que más se juega en nuestro país entre los amigos. El clásico poker tapado que se juega con cinco cartas repartidas al jugador sin que el resto las vea. Esta variante del poker se denomina cubierto y requiere de muchísimas partidas para llegar a controlar todas las variables posibles dentro del juego. Como estamos seguros que habrá jugado en alguna ocasión vamos a dar unas pequeñas nociones.
El juego se inicia con una primera apuesta cuya única finalidad es que haya dinero en el bote si es que no va la gente en la primera ronda. Acto seguido el crupier reparte las cinco cartas con las que intentaremos hacer la primera mano.
Buscamos aquellas cartas que más nos interesan y decidimos si vamos a seguir en la partida o no. Para ir deberemos pasar inevitablemente por una ronda de apuestas previa a la fase de descartes. En esta fase del poker tapado los jugadores pueden deshacerse de hasta cuatro de las cinco cartas que se le dieron al comienzo y recibir, por parte del crupier, otras tantas nuevas.
Con estas nuevas cartas y las que nos hemos quedado obtendremos nuestra mano final que será con la que juguemos contra los jugadores que queden en la mesa. En realidad esta es la parte más interesante de la partida ya que comienza un periodo de apuestas, subidas o pasadas, de intentar colocar un farol al otro o de que el otro te esté dejando apostar seguro de su mano ganadora. Depende del tipo de partida que se juegue uno podrá echar de la mesa a los demás subiendo continuamente la apuesta o si lo máximo es verse las cartas (dependerá mucho la forma de jugar unas partidas u otras) entonces quien haya ligado mejor jugada ganará todo el bote de las apuestas.
Esta variante requiere conocer a fondo el juego ya que la forma de jugar varía según los jugadores de la mesa, las reglas de la partida o el límite de las apuestas.